"Tala" - читать интересную книгу автора (Mistral Gabriela)

NOCTURNO DE LA CONSUMACIÓN

A Waldo Frank.

Te olvidaste del rostro que hiciste

en un valle a una oscura mujer;

olvidaste entre todas tus formas

mialzadura de lento ciprés;

cabras vivas, vicuñas doradas

te cubrieron la triste y la fiel.


Te han tapado mi cara rendida

las criaturas que te hacen tropel;

te han borrado mis hombros las dunas

y mi frente algarrobo y maitén.

Cuantas cosas gloriosas hiciste

te han cubierto a la pobre mujer.


Como Tú me pusiste en la boca

la canción por la sola merced:

como Tú me enseñaste este modo

de estirarte mi esponja con hiel,

yo me pongo a cantar tus olvidos,

por hincarte mi grito otra vez.

Yo te digo que me has olvidado

– pan de tierra de la insipidez-

leño triste que sobra en tus haces,

pez sombrío que afrenta la red.

Yo te digo con otro [1] que "hay tiempo

de sembrar como de recoger".


No te cobro la inmensa promesa

de tu cielo en niveles de mies;

no te digo apetito de Arcángeles

ni Potencias que me hagan arder;

no te busco los prados de música

donde a tristes llevaste a pacer.


Hace tanto que masco tinieblas,

que la dicha no sé reaprender;

tanto tiempo que piso las lavas

que olvidaron vellones los pies;

tantos años que muerdo el desierto

que mi patria se llama la Sed.


La oración de colinas divinas [2]

se ha raído en la gran aridez,

y ahora tengo en la mano una nueva,

la más seca, ofrecida a mi Rey.


Dame Tú el acabar de la encina

en fogón que no deje la hez;

dame Tú el acabar del celaje

que su sol hizo y quiso perder;

dame el fin de la pobre medusa

que en la arena consuma su bien.


He aprendido un amor que es terrible

y que corta mi gozo a cercén:

he ganado el amor de la nada,

apetito del nunca volver,

voluntad de quedar con la tierra

mano a mano y mudez con mudez,

despojada de mi propio Padre,

rebanada de Jerusalem.