"Chi Kung. Los ejercicios secretos de los monjes taoístas" - читать интересную книгу автора (Tawm Kim)EJERCICIOS PREPARATORIOS PARA EL AYUNOAntes de hacer ayuno, es recomendable purgarse. Durante todo el período de abstinencia, es necesario consumir de uno a tres litros de agua cada día; y es saludable que se tomen uno o dos baños cotidianos, a la temperatura que cada cual estime adecuada. La duración de un ayuno oscila entre siete y cien días. Después de una dieta de larga duración (catorce días, por ejemplo), son necesarias ciertas precauciones antes de volver a una alimentación normal, con el objetivo de no causar un sobresalto al estómago. N o aborde los alimentos sólidos más que al cabo de cuatro o cinco días de seguir un régimen. Los dos ejercicios que siguen permiten ayunar con cierta alegría. Hacia el mediodía, siéntese con las piernas cruzadas, el tronco erguido, ambas manos entrelazadas, con los pulgares en paralelo, la cabeza un poco inclinada hacia adelante (algunos grados); el vestido ha de ser ligero, suelto. Cierre los ojos, espire a fondo por la boca tres veces. Luego cierre la boca, los dientes se tocarán sin apretarse; doble la lengua hacia la glotis: 1. – Inspire suave y lentamente por la nariz. Sienta cómo penetra el aire y desciende lentamente hasta el ombligo. Con la mente, lleve el aire desde el ombligo hasta el cóccix (figura 1). 2.-Retenga el aliento y apriete el ano. Con la mente, dirija la respiración contenida hacia el ombligo; luego espire (figura 2). Cuando tenga sensación de hambre, repita seis veces este ejercicio.
El objetivo de este ejercicio es ayudarle a recuperar las fuerzas. Sentado, yerga el tronco, cruce las piernas y, con los pulgares en contacto, entrelace las manos. 1.- Inspire suave y lentamente por la nariz, imaginando que el aire se dirige hacia el ombligo, y luego desde el ombligo hasta el cóccix. 2.- Retenga la inspiración, apretando el ano; acto seguido y con la mente, dirija el aire desde el cóccix hacia la cima de la cabeza, siguiendo la vía de la columna vertebral. Después espire (figura 3). Este ejercicio no debe ser ejecutado más de ciento ocho veces si no está bajo el control directo de un verdadero Maestro. La práctica ha de ser cotidiana: cuatro sesiones cada día (a mediodía, a medianoche, al alba y al crepúsculo). |
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