"La Rana Viajera" - читать интересную книгу автора (Camba_Julio)

ya habнa encontrado otra algunos aсos atrбs y nos la habнa presentado
familiarmente, como hubiera podido presentarnos una estrella de
_variйtйs_: «La modesta estrella que he tenido el honor de descubrir...»

їCуmo se las arreglarб el Sr. Roso de Luna para encontrar tantas
estrellas? Yo he hecho numerosos viajes y jamбs me he tropezado con
ninguna. Bien es verdad que tampoco las he buscado, ignorando la
utilidad que pudieran reportarme.

El Sr. Roso de Luna encontrу su estrella a las dos o las tres de la
madrugada, y se fue corriendo a la redacciуn de un periуdico para que
los lectores de la primera ediciуn tuvieran noticia del hallazgo. No sй
cuбnto le habrб dado por la estrella el popular colega. Yo, en el caso
del Sr. Roso de Luna, me habrнa ido con ella a Nueva York y se la habrнa
ofrecido a Mr. Hearst para cualquiera de sus numerosos periуdicos. Mr.
Hearst, que es un especialista en patriotismo, podrнa asн aсadirle una
estrella a la bandera americana, aunque tal vez prefiriese explotar el
nuevo astro para hacer anuncios luminosos. Y si la necesidad me apuraba,
entonces hubiese llevado mi estrella a la Embajada alemana de Madrid.
Esos alemanes lo utilizan todo y pagan esplйndidamente.

Yo me he sentido muy halagado al ver que a mi llegada se encendнa una
nueva estrella en el cielo de Madrid. Desgraciadamente, la nueva
estrella resultу algo semejante al nuevo microbio, que todos creнamos
espaсol y que resultу proceder del centro de Europa. No acabamos de
descubrir nada por completo, ni en la regiуn de lo infinitamente
pequeсo, ni en la de lo infinitamente grande. Nuestros nuevos astros y
nuestros nuevos microbios son, poco mбs o menos, tan viejos como
nuestros nuevos polнticos.




IV

UNA NUEVA TEORНA DEL CLIMA


їQuй tal le va a usted--me preguntan desde el extranjero--en ese hermoso
paнs del sol y del cielo azul?

Pues en este hermoso paнs del sol y del cielo azul nos pasamos la vida
tomando bromo-quinina para luchar contra el constipado. Madrid es uno de
los pueblos mбs frнos de Europa, y lo es por una razуn muy sencilla: la
de que carece de aparatos de calefacciуn. En Parнs, como en Berlнn, y en
Londres como San Petersburgo, ha habido una йpoca en que el clima era
sumamente frнo; pero, poco a poco, ha ido transformбndose
artificialmente el clima natural de esas ciudades. Claro que no se ha
calentado la atmуsfera; ello ofrecнa, de momento, dificultades
insuperables aun para la misma quнmica alemana. Se han calentado, en